Cinco frescas recomendaciones para despedir el año entre la nostalgia y la euforia.
Bienvenido lo nuevo 💜
eldelacuadra – Está Bien No Estar Bien:
El productor y realizador audiovisual Cristóbal De La Cuadra (muy querido en el ambiente de la música independiente por sus bellas Sesiones de la Cuadra, retratos audiovisuales sencillos y profundos de cancionistas de casi todo el continente) hoy se presenta como eldelacuadra y da inicio a su carrera como músico (casi) solista.
A pesar de -en un momento- haber abandonado la idea de hacer canciones propias, el apoyo de sus amigxs y la necesidad de compartir sus sentimientos, de darle cara a días dificiles, llevaron a eldelacuadra a darle vida a «Está Bien No Estar Bien», un hit de indie folk épico, cargado de emoción y calidez, que se vuelve un himno instantáneo para despedir cantando este 2022 tan complejo y agridulce.
Además de su estribillo sensible y pegajoso que invita a bailar la pena, el single debut del chileno coquetea con el género urbano y cuenta con colaboraciones de Benjamín Walker, Yorka y más. Por acá esperamos con ansias las nuevas canciones de eldelacuadra compartirá el 2023.
GALIM ATIAS – Tigre Azul:
Desde Toulouse, Francia, llega GALIM ATIAS, proyecto multicultural con integrantes de España, Chile y Francia que mezcla el jazz, neo soul y hip hop con poesías en español cargadas de misterio y existencialismo.
En «Tigre Azul», parte de su album debut homónimo, la banda une fuerzas con la cantante Mafalda High en una explosión de energía y color, con juegos rítmicos exquisitos y oleajes armónicos que buscan expandir nuestra percepción, llevarnos más allá.
Un llamado a la imaginación, a salir de las convenciones y cajas habituales, a ver en la fantasía una puerta a nuevas realidades posibles.
Guram Tsagareishvili – Gzajvaredinze:
La música tiene el poder de transportarnos de un momento a otro a diferentes universos; del pasado al futuro, de llevarnos de paseo por nuestra infancia o de viaje por lugares que solo parecen existir en nuestra imaginación.
Eso provoca «Gzajvaredinze», canción del músico y productor georgiano de post punk Guram Tsagareishvili. El track crea un clima profundo que nos sumerge en un momento de inflexión de la vida del oriundo de Tiblisi provocado por el quiebre en una relación, y captura perfectamente el instante donde la nostalgia, la bronca y la tristeza de un final confluyen con la energía de un nuevo comienzo. Un soundtrack para cerrar los ojos e imaginar aventuras de amor y locura en locaciones inexploradas.
Black Guillemot- At all, at all, at all:
Black Guillemot es el proyecto que desde 2011 lleva adelante el cantautor sueco Josef Wikström. Su música toma elementos del folk clásico y el indie folk para relatar historias -personales y ajenas, y siempre con una prosa sencilla de fuerte vuelo poético- inspiradas en sus experiencias, lecturas y aventuras residiendo en diferentes rincones del mundo.
El sencillo «At all, at all, at all» forma parte de un proceso introspectivo y de especial experimentación que Wikström viene realizando para habitar nuevos lugares de la creación. Así, el compositor escribió, grabó y mezcló todo lo que escuchamos, buscando capturar sus emociones en su estado más crudo y darle un de esta manera un aire fresco a su música.
En su letra, «At all, at all, at all» combina el recuerdo de varios adultos que fueron parte de la infancia del autor y los personifica en un solo ser. El paisaje sonoro es cálido, como un viaje familiar por la ruta y la imagen de una caricia al atardecer. Una delicia para los nostálgicos.
Esmail Bnaoe, A. Sarakatsanos, A. Livathinos – HAI HOM:
Un músico sirio conoce a dos músicos y productores griegos en los Países Bajos, crean una fuerte amistad y colaboran a distancia durante dos años, entre Londres, Ámsterdam y Rotterdam. Esta es la génesis pluricultural de «HAI HOM», hit bailable que combina todo tipo de estéticas -la música electrónica, el folclore árabe, algo de cumbía chicha y un toque 8bit- y desafía así las etiquetas.
La canción fue compuesta por el sirio Esmail Bnaoe luego de un viaje que lo llevó desde su tierra natal a los Países Bajos. Durante esa travesía, el músico compartió con muchísimos colegas y finalmente conoció a los compositores y productores griegos Anastasis Sarakatsanos y Alkis Livathinos en Ámsterdam. La inspiración brindada por el movimiento, la amistad y el trabajo en conjunto no tardó en dar frutos y dio vida a un viaje psicodélico único, una pieza brillante y furiosa para perderse en la pista de baile y sentirse en una rave en medio del desierto.
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