Una ecléctica selección de canciones aterrizando en tu playlist 💜
Kamupanerura – Teo:
Desde la ciudad de Kobe, en Japón, llega Kamupanerura, banda que combina la energía y juego del post y el math rock con una sensibilidad cinematográfica.
En su single «Teo» (2020) el cuarteto deja claro su deseo de contar historias y evocar imágenes mediante su música. Así, cada instrumento es un personaje con una personalidad desbordante, un mar de colores que alimentan nuestra imaginación.
Kamupanerura es un aire fresco y están prontos de editar su primer larga duración. Desde este lado del mundo lo esperamos con ansias.
El Cachivache Orkesta – Ella es Así:
El Cachivache Orkesta es un cuarteto de tango tradicional con un giro irreverente, marcado por el humor, una actitud cercana al punk y autodefinidos como «tango brutalista».
En su versión de la milonga clásica «Ella es así», la banda -que reside en Buenos Aires y cuenta con una extensa trayectoria con 11 discos editados y giras mundiales- despliega todo su talento para darle un giro nuevo a lo tradicional, sin perder la magia y la mística que encanta del género.
El Cachivache Orkesta invita a dejarse de joder y por fin aprender a bailar tango (o por lo menos bailar un ratito con tu pareja en la cocina al son de una copa de vino).
Popp – DLY:
Simon Popp es un baterista y productor de Munich que se caracteriza por usar casi exclusivamente elementos rítmicos como herramienta para contar historias con un profundo impacto emotivo.
Su último single, «DLY», es groovero, bailable y al mismo tiempo crea un trance, un clima fuertemente enigmático y evocativo, que remite por momentos a los increíbles soundtracks del chileno canadiense Juan Cristóbal Tapia de Veer.
Su nuevo disco Blezz está pronto a salir. ¡Atentis!
GoGo Penguin – Erased by Sunlight:
Como bonus track, tenemos a nuestros queridos GoGo Penguin.
La nueva formación de la banda quedó más asentada que nunca luego de sus conciertos a comienzos de este año y se siente esta nueva energía en su nuevo single «Erased by Sunlight».
La canción es un perfecto ejemplo de los mundos que convergen en la banda: el lenguaje del jazz y la música académica, una sensibilidad pop y un amor profundo por la experimentación sonora.
Todo se funde a la perfección sin esfuerzo, listo para que quien escuche cierre los ojos y se entregue al disfrute.
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