Hallazgos #21

Tres nuevas experiencias para tu playlist 💜.

Katie Martucci – Seize:

Katie Martucci es una cantante, guitarrista, violinista y compositora oriunda de Nueva York. Su música mezcla el R&B alternativo con influencias del jazz y la música académica, un combo delicado y exquisito.

El single «Seize» relata el momento de negación que atravesó la artista al descubrir que sufría de epilepsia y el viaje que vivió hasta aceptar su nueva realidad.

La canción nos lleva por todos los rincones de la mente de Martucci, haciéndonos parte de sus luchas mentales y regalándonos un halo de luz poderoso y hermoso. El mensaje es claro: hay que pelear por esa luz todos los días. A no olvidar.

Michael Dunstan – Becoming Nobody:

En un mundo donde el autobombo, los filtros y las selfies como estilo de vida están totalmente normalizados, Michael Dunstan, cantautor australiano, invita a olvidarse un rato de unx mismo, ser nadie y así ser parte de un todo.

«Becoming nobody» es un hit indie folk que llena el ambiente de calma y suavidad, e invita a ser parte de una experiencia colectiva sin expectativas ni destino. Ser más humanos, compartir como pares y dejar de pensarnos como posibles influencers, ese es el camino propuesto por Dunstan y nosotrxs adscribimos. Refrescante y verdadero.

Nathan Schram – Portalegre:

Nathan Schrams es un reconocido violista de los Estados Unidos, parte del Attacca Quartet, reconocido por sus colaboraciones con artistas como Björk, James Blake, Sting, David Byrne, entre otros. 

«Portalegre» es el segundo track de su segundo disco solista Nearside, donde el artista busca llevar la exploración sonora de discos clásicos como Kid A de Radiohead o Good Kid, M.A.A.D. City de Kendrick Lamar al mundo de la música académica.

La canción -escrita junto a su esposa, la cantante Becca Stevens- cuenta con la presencia del reconocido baterista de la banda sonora de Birdman, Antonio Sanchez y es una experiencia sinestésica, psicodélica, cargada de dramatismo y energía, perfecta para dejar volar la imaginación y recordar que hay muchos mundos posibles donde perderse, bailar, correr, derretirse y sonreír. 

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