Kurmi une fuerzas con Rulo y presentan «Triste sauce», un melancólico bolero

La compositora y productora santiaguina comparte el sentimiento de vulnerabilidad que emerge tras una ruptura amorosa.

Luego de estrenar su álbum debut y ser parte de prestigiosos festivales como Lollapalooza 2022 y Surfestival 2023, la compositora y productora santiaguina Kurmi estrena “Triste Sauce”, una colaboración con el ex-integrante de Los Tetas, David Eidelstein, más conocido como Rulo.

Triste Sauce” es un sentido y melancólico bolero en el que Kurmi comparte el intenso sentimiento de vulnerabilidad que emerge tras una ruptura amorosa. Al respecto, la artista comentó:

“Una de las cosas lindas del bolero es que te permite sufrir con todo”, y añadió: “[esta canción es una] oportunidad para dar señales de que no siempre se puede entregar un mensaje empoderado, también hay momentos de tristeza y fragilidad”.

El reciente estreno es uno de los 12 tracks que conforman Historias para Cuando Sea Abuela (2021), disco en el que Kurmi conecta influencias que van desde el pop-rock al reggaetón; trabajo que la ha puesto en el radar como uno de los nombres más refrescantes del circuito musical chileno.

Ese talento compositivo de la cantautora de 29 años fue lo que motivó al Rulo a participar de esta producción. “Me gusta como canta y compone Kurmi. Cuando me contactó y me mostró esta canción me gustó mucho e imaginé mi voz en ella. Estoy feliz con el resultado que obtuvimos”, confiesa Rulo, quien actualmente reside en Ciudad de México.

Como una forma de reforzar la propuesta conceptual de “Triste Sauce”, Kurmi decidió acompañar este lanzamiento con un videoclip realizado por Esqueje Films a orillas del río Mapocho.

En el corte audiovisual, protagonizado por cinco mujeres además de la artista, se puede apreciar un paisaje natural que sobrevive al acelerado crecimiento urbano y a los estragos de las obras viales.

Este lugar, que es cercano a la comuna de Renca, hasta hace poco estaba afectado por la acumulación de basura y escombros. Hoy, gracias a la acción de organizaciones como Renca Nativa y Mapocho Vivo, se puede percibir perfectamente como un santuario natural”, comenta la autora.